domingo, 8 de febrero de 2009
1: descripcion de cultura mediatica

Solo un imperceptible punto negro en un titánico pizarrón nevado.
Llegué al café un poco tarde y podía visualizar perfectamente en que mesa iba a estar sentada, percibía el olor de su humeante “vanilla roiboos venti” como su mano tomaba el cartón plastificado por en medio, dejando al descubierto entre dedos la “a” la “j” y la “n” de su nombre mal escrito, lo llevaba a su boca le daba un sorbo, cerraba los ojos, alejaba el vaso y justo en frente estaba yo con las cejas hacia arriba, mis labios apretándose y los hombros detrás, una forma de pedir perdón por haberla dejado esperando durante 23 minutos, pero no fue así ; entre por la puerta camine torpemente entre las mesas y no la encontré, como cualquiera en mi situación hubiera contestado a tal estimulo: saque mi teléfono celular de la bolsa derecha de mi saco para ver la hora, en el había un mensaje nuevo justo de ella con un tono un poco apenado puesto que habría de llegar tarde.
Después de un tiempo había cerrado y abierto mi celular varias veces, en pocas ocasiones veía la hora en las otras creo que solo era un reflejo instintivo para no sentirme tan solo en ese concurrido lugar.
Así pasaron los primeros minutos, fui a la caja y pedí un “chaí”, Salí a la zona de fumadores, me senté viendo hacia la puerta y prendí el primer cigarro, mi única diversión en ese momento de espera era ver como el humo se desplazaba a donde dictara el viento, cuando prendí el segundo, me di cuenta que tenía que enfocar mi atención en otras cosas, la gran pregunta era ¡en que! Lo más lejano era un espectacular sobre las nuevas obras públicas en la ciudad por lo que mis oídos se dieron el lujo de escuchar los consejos de la confidente de una joven desdichada, y ahí fue donde lo escuche: la vida no es una película.
Si alguien, me diera la oportunidad de describir la forma en la que he percibido los años de mi existencia, empezaría con una película de Woody Allen que hiciera sufrir al espectador por un ataque de risas, que lo hiciera tener empatía por circunstancias controversiales e improbables, que sintiera un nudo en la garganta sabiendo que al final todo se resolverá, me gustaría sonreír y explicarle que cuando algo sucedió como yo lo esperaba tenia a Freddy Mercury cantando junto a mis amigos, que cada vez que me peleo con mi novia la llamo por su nombre completo, que silbado bajo la lluvia y que otros al igual que yo lo han sentido.
Mi imaginación estaba por fin dando frutos para entretenerme un tiempo, pensando en la vida cotidiana a través de los medios, en esas figuras narrativas tan globalizadas, en mi propio entorno y en la expansión de la comunicación viral, tenía en mente tanta información de fuentes diferentes que cuando baje el vaso después de un sorbo la vi enfrente y ella tenía esa mueca como pidiendo perdón por la enorme espera.
Me levante a saludarla y noté que ya había pedido su café, se sentó me acomode y me preguntó sobre lo que había hecho en esa fastidiosa espera, le conteste: solo me acorde de una película de Woody Allen.
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